No deja de resultar curioso que sigamos cayendo en uno de los instintos más básicos y primarios, y sobre todo, no deja de resultar curioso que caigamos con esa facilidad. Las películas eróticas, los videos eroticos, la pornografía, etc, todo lo relacionado con el sexo en cualquiera de sus variantes nos sigue cautivando igual que siempre. Es más, da igual la edad de la persona, su situación social, su situación personal… el sexo tiene un poder de atracción tan grande que hace que ante él sucumban todos por igual.
Como ustedes ya sabrán a estas alturas de la vida, o del blog, según se mire, a un servidor de ustedes le gusta mucho el sexo. Y desde siempre me he hecho una pregunta, ¿por qué nos gusta tanto el sexo?, y por lo que veo en ese enlace, no soy el único que se lo ha preguntado.
La primera razón de por qué nos gustan tanto el erotismo y el sexo es obvia, responde a una necesidad vital como especie, como ser vivo que siente la necesidad de reproducirse. El erotismo y el placer sexual es un caramelo que nos pone la natura para que practiquemos sexo a lo loco, sin pensar en las consecuencias. (el sexo desde la antiguedad)
Pero más allá de estas razones meramente biológicas, tiene que haber más. Sin despreciar estas poderosas razones, creo que el hecho de que, al menos en nuestra sociedad de raíces judeocristianas, el sexo y el erotismo ( y por tanto, todo lo relacionado con ellos, como cuentos, libros, revistas o videos eroticos) hayan estado prohibidos y /o perseguidos, tiene mucho que ver.
No quiero decir con esto que si el erotismo hubiera estado más presente en la sociedad ahora lo veríamos de otra manera, pero no me caben dudas de que lo prohibido nos pone, y si lo prohibido son los videos eroticos, más todavía. Viendo este corto me entraron muchas dudas, y me decidí a escribir sobre el tema. En él se preguntan qué hubiera pasado si todo lo relacionado con el erotismo no hubiera estado tan perseguido. ¿Y a ti, qué te parece?
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